
Ciencias, artes e innovación
3 de mayo de 2007
por Antonio García Padilla
Ciencias, artes e innovación
El Coro de la Universidad, dirigido por la maestra Carmen Acevedo, compitió recientemente en el Festival de Tolosa con coros de primera línea procedentes de todo el mundo. Ganó el primer premio.
Unos meses después, seis recintos de la Universidad enviaron equipos estudiantiles a las competencias internacionales de investigación subgraduada auspiciadas por la Sociedad Americana de Química, un evento abierto a equipos de 930 instituciones. Los seis equipos nuestros fueron premiados; tres de ellos – Aguadilla, Humacao y Río Piedras – en la categoría máxima de “sobresaliente”, concedida a los 25 mejores.
Estos logros describen fortalezas universitarias en las ciencias y en las artes. Fortalezas que no son independientes las unos de las otras. En la Universidad, las artes, las ciencias y las tecnologías son hilos que se imbrican para formar un solo tejido, de distintos énfasis y tonos en sus diferentes partes pero, al final, uno solo, nutriente de la formación integral de los alumnos y de la interacción estimulante y provocativa entre alumnos, docentes e investigadores.
En efecto, es solo en un ambiente de esa riqueza en donde pueden desarrollarse las fuerzas de creación e innovación que impulsa la Universidad y que necesita el país.
En ese sentido, cuando en Puerto Rico se habla de inversiones estratégicas en las ciencias de la vida o en las tecnologías de punta, no se habla de ellas en preterición de las artes y las humanidades. Por el contrario.
Porque, a decir verdad, la suerte de las unas y las otras anda junta. La capacidad de innovar, en cualquier campo –sea artístico, científico, tecnológico o profesional- depende en buena medida de la capacidad de acudir a otros campos en la búsqueda de ideas, conceptos y aplicaciones útiles susceptibles de nuevas traducciones.
En ese sentido, una de las grandes ventajas que Puerto Rico tiene sobre algunos de sus competidores en el mundo contemporáneo, es que en Puerto Rico tenemos bien clara esa realidad.
La calidad de nuestros coros, como la calidad de nuestros químicos, son parte de un mismo respaldo al futuro de Puerto Rico en la innovación y la creatividad.