Mensaje de la Presidenta de la Cámara de Representantes

Actas de la Cámara de Delegados de Puerto Rico 1905 - 1906

Mensaje de la Presidenta de la Cámara de Representantes

Hon. Jenniffer A. González Colón

“Los pueblos que no conocen su historia,
están condenados a repetirla.”

Para ejercer bien un oficio o profesión, para poder cumplir cabalmente con una responsabilidad, para ofrecer una buena crítica constructiva sobre una actividad, es de vital importancia conocer la trayectoria histórica que la subyace.

Es por esto que aquellas personas dentro y fuera de la Asamblea Legislativa con interés sobre el proceso de legislación deben conocer su  historia.

Durante ciento diez años de existencia de la Cámara de Representantes, ha sido un lugar de grandes logros sociales y donde colaboraron grandes mujeres y hombres de nuestra historia.  Estos hombres y mujeres trabajaron a diario para conseguir la mejor calidad de vida para nuestro pueblo, que nos encomendó el poder y que nos pedirá cuentas de cómo lo ejercimos.

Para poder hacer esa rendición de cuentas ante el pueblo y ante la historia, es necesario conservar las fuentes de información que recogen las incidencias de hechos y las expresiones de esos y esas próceres.

La Rama Legislativa debe tener alta conciencia de mantener los récords históricos, para mantener un tracto confiable del trámite, del debate y de las incidencias del proceso.  Esto es así porque la llamada “intención legislativa” es un elemento vital en la futura interpretación de las leyes. Pero también lo es porque como los representantes más directos del pueblo, en este foro se vierten las preocupaciones de nuestros representados y se toman las acciones para responder a las mismas.

Cuando miramos ese récord podemos ver que el trabajo legislativo ya ha abordado temas que creemos que son nuevos o exclusivos a nuestro tiempo. Otras veces revelan que algo que todos dan por bueno, por cierto o que es indiscutible, en realidad surgió de una manera muy distinta a lo que creemos… o quizá incluso nunca fue. En ambos casos, descubrir ese hecho histórico en los documentos originales nos da la oportunidad de repensar el curso de acción que se quiere tomar para no repetir errores del pasado por desconocimiento de esa historia.

Hoy retomamos la misión de proteger ese récord al presentar la Tercera Edición de las actas de la Cámara de Delegados de Puerto Rico en su Primera Sesión de la Tercera Asamblea Legislativa bajo la Ley Foraker, correspondiente a los años 1905-06, publicada por la Academia Puertorriqueña de Jurisprudencia y Legislación.

Pero la historia detrás del libro de actas que, de por sí es sorprendente. Cuando comenzó el proceso de digitalización y conservación de las Actas de la Cámara de Delegados, los archiveros detectaron que las actas del año 1905 faltaban. Se hizo una búsqueda y nunca se dio con ellas. Así los documentos se dieron por perdidos, y con ellos una parte importante de la historia de la legislatura. De pronto, como si se tratara del guión de una película de detectives, fue descubierto en una feria de libros por una persona que al verlo, de inmediato lo identificó, llamó a las personas indicadas y luego de los trámites de rigor, se recuperó el libro.

Gracias a este esfuerzo de servidores públicos comprometidos es que hoy podemos traer a la luz pública los trabajos que realizó la Asamblea Legislativa en sus inicios, vistos desde su realidad diaria.  Vemos que los próceres de la historia tuvieron que atender el funcionamiento diario de un gobierno. Que no se dedicaban a filosofar todo el día, sino a proponer sus plataformas de gobierno y sí, por qué no decirlo, a adelantar su causa electoral.  Porque para eso los eligieron.

Al mirar el expediente de los trabajos de esa Cámara de Delegados, su quehacer refleja una época en la que se plantean y discuten numerosas ideas de legislación y de política que tienen ecos en la situación de nuestros días. Vemos el debate de facciones ideológicas, las solicitudes presupuestarias, los problemas fiscales, las reorganizaciones de agencias, la búsqueda de promociones comerciales, derechos laborales, los temas de seguridad, salud y educación.

Esto nos permite recordar que como pueblo hemos enfrentado retos antes y que podemos volver a enfrentarlos con éxito.  Por eso la Asamblea debe salvar su historia. Por eso, nos encontramos en el proceso de rescate y eventual digitalización y preservación de los récords de nuestros ciento diez años de Asambleas Legislativas.  Este volumen correspondiente al año 1905, estuvo perdido de los archivos del gobierno por décadas hasta que fue detectado en posesión de un coleccionista de antigüedades y rescatado para volver a formar parte del acervo público.  Este es el tipo de esfuerzo que se hace por salvar la historia. La historia de una institución, de una sociedad, de un pueblo.

Con mi agradecimiento al personal de la Oficina del Historiador de Puerto Rico, la Biblioteca Legislativa y la Oficina de Servicios Legislativos por su compromiso y su esfuerzo y reconocer el trabajo de la Academia Puertorriqueña de Jurisprudencia y Legislación para lograr la preservación de este acervo histórico, reafirmo nuestro compromiso para continuar ese rescate de nuestros documentos históricos. De paso, exhorto a nuestro pueblo a conocer mejor la historia de sus instituciones y de ellas, aprender para procurar siempre un mejor Puerto Rico.

Esperamos que este esfuerzo sirva para ello.